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DESPEDIDA TEMPORADA 23/24

Terminamos la temporada 23/24, ha sido una temporada muy intensa, con muchas emociones de por medio como no podía ser de otra manera y espero que un balance positivo para todas las familias del club.

En cuanto a lo estrictamente deportivo el año ha superado las expectativas, con muchos triunfos, incluso ganando tres ligas y un torneo de campeones, además de varios subcampeonatos, copas, torneos, etc.

Ahora que tenemos todas estas copas en nuestras vitrinas os puedo contar algunas cosas que antes eran más difíciles de explicar, ya que no habíamos ganado mucho.

 Lo podemos resumir en tres puntos.

1) La filosofía del club.….he oído de todo sobre esto….más lo que no me habrá llegado. Al principio me decían que no queríamos ganar porque todos los jugadores debían participar de una manera u otra. Madre mía, si cuando pierdo caigo en depresión profunda. Pero cuando empezamos a ganar partidos nos decían que había cambiado la filosofía del club, como si por ganar hiciéramos algo mal.

 Siempre hemos mantenido y vamos a mantener la misma filosofía, es ser “egoísta a largo plazo”. Os voy a explicar qué significa eso de ser egoísta a largo plazo y no a corto plazo, que básicamente es el pan para hoy y hambre para mañana pero a la inversa. El egoísmo a largo plazo es conseguir pan para mañana.

Un entrenador que tuve cuando era cadete me dijo; Ángel no ganan los mejores, ganan los más inteligentes. Esto me llevó a un bajón importante, viendo que mis notas eran del montón pensaba que eso me convertía en un jugador de la media tirando para abajo. Con el tiempo entendí a lo que se refería con ser inteligente; no era sacar buenas notas, ser inteligente era entender nuestro  entorno y modificar nuestro comportamiento para sacarle el máximo provecho.

Me di cuenta que ganaba más y más fácil cuando estaba en equipos cohesionados, donde ningún jugador destacaba enormemente pero que todos éramos una piña. Entonces empecé a entender que lo inteligente es fomentar ese ambiente de grupo, si quería ganar yo.

También me di cuenta que cuando me enfrentaba encarnizadamente a los rivales, y lo hacía muy a menudo, perdía el control de mis emociones y con ello bajaba mucho mi rendimiento en el campo, dejaba de aportar al equipo para ser un lastre. Por eso lo inteligente era controlarme, respetar al rival, entender que jugábamos al mismo juego, eramos rivales pero no enemigos. Esto ayudaba a ganar más a mi equipo y por lo tanto a mí .

También tardé algún tiempo en darme cuenta de que mis continuas protestas a los árbitros no hacían ningún bien al equipo ni a mí mismo. Primero los condiciona en nuestra contra, y luego sentía que el árbitro nos servía como excusa en las derrotas, cuando los verdaderos culpables éramos nosotros mismos. Esto nos limitaba mucho a la hora de mejorar. Aprendí que lo inteligente era llevarme bien con los árbitros y no buscar excusas fáciles ante las derrotas , y así ganaría más.

Esto que yo entendí bastante tarde es lo que nos gustaría inculcar a nuestros jugadores y jugadoras. Que pensar en el grupo, respetar al rival y no quejarse del árbitro es una postura inteligente y egoísta a largo plazo que les llevará a ganar más a ellos mismos.

2) El trabajo de equipo. No hay que ser muy listo para ver qué estamos cada día en una sociedad más conectada pero que incentiva más los logros individuales que los colectivos.

Creo que nos centramos más en el Yo que en el Nosotros, y paradójicamente como he dicho antes para que nuestro yo crezca antes tiene que crecer el Nosotros. Habéis oído lo de una mujer o un hombre hecho a sí mismo, creo que es un dicho vanidoso y totalmente falso y peligroso. Nadie se hace a sí mismo, todos necesitamos de un grupo que nos ayude. 

Tenemos que luchar contra eso, y tenemos la suerte de que los que estamos aquí, el fútbol nos enseña a conseguirlo. Siempre he pensado que en las notas académicas deberían tener una referencia a la nota de grupo, es decir que tu nota individual y haga media con la nota del grupo por ejemplo. Sería una forma muy plástica de entender que estamos conectados, que dependemos los unos de los otros, que si tú eres muy bueno en algo y los demás son muy flojos tú pierdes y más te vale que ayudes al resto si quieres subir tu propio nivel.

 En el fútbol esto es muy sencillo de entender y de aprender, gana todo el equipo

pierde todo el equipo, además todos por igual. Es una enseñanza brutal para la vida.

Tenemos que cuidar mucho esto, pensar que puedo hacer yo por el equipo más que preguntarnos qué puede hacer el equipo por mi. En la actualidad este pensamiento es ir contra corriente, y por ello es más importante hacer hincapié en ello. En sudáfrica lo llaman Ubuntu

3) Un jugador se hace a fuego lento: Otra cosa que observo es que tenemos el riesgo de contaminar el mundo infantil de nuestros hij@s con nuestras prisas y preocupaciones adultas. Si hacemos eso les estamos “robando” una parte importante de su infancia . Es común cuando hablo con vosotros los que habéis practicado deporte que me digáis que vuestros padres no iban a veros ni un 10% del tiempo que vais vosotros a ver a vuestros hijos. Eso tiene mucho de bueno y algo de malo….Los familiares no somos objetivos y no lo vamos a ser nunca, y esa falta de objetividad si la transmitimos a nuestros hij@s les hacemos un flaco favor. Le crea ansiedad lo primero, creo que no hay nada más importante para un niño que no decepcionar a su familia y eso nos guste o no genera algo de tensión en ell@s cuando perciben nuestro «descontento». Por supuesto somos sus referentes, con lo cual las actitudes que tengamos ellos las tomarán como buenas per se, y tod@s sabemos que al ser tan subjetivos no tenemos el mejor comportamiento posible.

Lo mejor para su progresión y rendimiento futbolístico es crear un buen caldo de cultivo, donde el jugador pueda ir desarrollando sus habilidades de una forma natural  y sostenible. Sin prisas, sin tensiones, sin reproches….a fuego lento. Tiene que llegar a su etapa deportiva madura con ganas de jugar y seguir creciendo. Si “sprintamos” al principio de la carrera por nuestras prisas de adultos con 15 o 16 años estarán agotad@s….y casualmente en esa edad es cuando se consigue progresar en un deporte. Esto es algo que cualquier corredor de fondo sabe perfectamente.

Nosotros tenemos acuerdos con clubs y estaremos encantados de que llegado el momento continúen su crecimiento en otro entorno, hasta entonces trabajaremos para crear el mejor caldo de cultivo en el mejor sitio para ellos que es cerca de casa, en su pueblo, donde pueden desarrollar un sentimiento de pertenencia, que es fundamental en su rendimiento deportivo.

Gracias y pasar un feliz verano en familia!!!

Ángel Bellón.